Av. de Mayo 1265
Estuvo cerrado durante un año. Cuando fue comprado por la cadena de pizzerías La Continental, una sombra cayó sobre el bar, y el temor a que poco quedase de su fisonomía original.
Hoy luce restaurado. ¿Qué puedo decir? Que si bien conservó mucho de su aspecto, para mi gusto se ve demasiado brillante.
Pero bueno, eso quizás porque mi mirada tiende hacia el pasado.
Ya no está por ejemplo el escenario que ocupaba antes la mitad del salón. Tampoco las cortinas del fondo que separaban de forma misteriosa y hasta con un poco de trampa la zona de juegos al fondo.
Lo bueno: mantuvieron la barra, la marquetería de las paredes, sus lámparas doradas, los pisos, y la sala de billar en el subsuelo está impecable. También un apartado íntimo en donde se ofrecen shows de tango.
Cierto encanto permanece en su vereda, en esos personajes que transitan Av. de Mayo y se sientan en las mesas frente a la fachada del café que promete 36 billares.
El café fue fundado en 1894 y ahí contaba con 36 mesas de billar. Luego pasaron a ser 9 de billar, 6 de pool, 1 de snooker que tiene más de 100 años.
Tomo un cortado rodeada de gente extraña, desigual. Me concentro en el sonido: golpes de carambola se mezclan con el canto de un tango triste. Es lo único que me conecta con la magia.
Texto y fotografías: Carina Migliaccio / Bar de Fondo
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