Guardia Vieja 3601 (esq. Billinghurst) Es una esquina estrecha. Sin embargo ensancha la imaginación y te hace vivir el encanto del barrio de Almagro. El bar es chico, pero aún así tiene dos puertas de entrada. Parece un libro que se abre y que despliega sus mesas sólo para que el que entre se siente y se inspire. Y se deje llevar por la lectura de algunos pequeños carteles con inscripciones que cuelgan en sus paredes. Y por la colección de banderines, por supuesto. Es que el nombre alude a los cientos de banderines de clubes que cuelgan sobre la barra, sobre la ventana, sobre todas las paredes formando una guirnalda deportiva que invita a una fiesta. Y además letreros como: Si toma para olvidar, garpe antes. O el mismísimo cartel indicador de la calle Guardia Vieja, que al estar del lado de adentro, te incita a formar juegos lingüisticos que hablan de lo viejo, de guardar, de un recinto que conserva el pasado. El Banderín me resulta en esta tarde un gran baúl de eso...