Av. Pueyrredón 1384 No es un bar notable. ¿Pero quién puede pasar por sus puertas sin notarlo? Se abre como un ventanal hacia la avenida Pueyrredón, ahí nomás de la esquina con av. Santa Fe. Tiene cerramientos de aluminio, bien a la antigua. Y mucha fórmica, hasta en las paredes, como si fuese una gran casa rodante estacionada. Capturás el espacio de un solo vistazo, sin embargo en un lateral hay una escalera que no exploré, que no sé a dónde lleva. Y mejor así porque puedo imaginar que debe ser por ejemplo un salón privado, o incluso el acceso a la vivienda del propio dueño del bar. El dueño es una de las joyas del local. Porque el mozo me cuenta que es el dueño original, y que "el pibe" (así lo llama cariñosamente) hoy sigue atendiendo con sus 89 años. Se lo ve activo, atento. Se mueve con soltura en su casaca celeste detrás de la barra, manejando la caja. Habla con los clientes. Ordena. Está en su mundo. El mozo está vestido de forma clásica, uniforme blanco y