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Mostrando entradas de enero, 2015

Cortado en Café de los Angelitos

Café de los Angelitos Av. Rivadavia 2100

Algunos angelitos del Café de los Angelitos

Café de los Angelitos

Av. Rivadavia 2100 (esq. Rincón)   Camino por Rivadavia como si estuviese transitando otro tiempo. Y algo de eso hay porque 30 años atrás yo vivía y trabajaba en este barrio.  Veo fachadas conocidas y descubro casas que ya no están. La ciudad como escenografía. Siempre la pensé así.  Enfoco desde lejos, con el zoom de mi máquina, la esquina del Café de los Angelitos. Y lo descubro maravilloso. Cruzo la calle. Antes de entrar lo recorro por afuera y espío a través de los ventanales. Me seduce el fileteado de su nombre en los vidrios. Entro y me instalo en una pequeña mesa redonda, de frente a la puerta , como si esperase a alguien . No hay nada más lindo que citarse en un bar y ver el momento en que el otro atraviesa la puerta . O adivinar su figura cruzando la calle. Esta vez juego a esperar.    El interior del café  está habitado por la nostalgia. Con sus fotos antiguas, su s inscripciones, su historia. Se inauguró en 1890 con el nombre de Bar Rivadavia. Fue luga

Miserere

La vieja ni habló. Se le acercó y sólo con un gesto le indicó que entre con ella al bar. Con otra seña llamó al mozo. Los ojos de la piba son tristes y decir esto es un cliché. Pero es difícil encontrar un sinónimo para describir esa mirada. Tristes: y entonces uno piensa gris, piensa opaco, piensa en un pasado y un presente oscuro. No debe tener más de 10 años. Pide chocolatada y medialunas. Inspecciona a la vieja que permanece callada pero que escribe. En una servilleta de papel copia todos los números que aparecen en la pantalla del televisor. Son los resultados de la quiniela. Quizás tenga un billete ganador. Quizás sea solamente un acto compulsivo. Es tarde y La Perla del Once ya no brilla. Hay algo espeso que se mueve entre las mesas. La vieja de pronto dice: ¿sabés leer? La piba mueve la cabeza y dice sí. ¿Y escribir? Contesta que sí y mira a través de la ventana como chequeando si alguien la busca. Muy bien. Mañana te esp

La perlita de La Perla del Once

No sólo un icono del rock, si no también de la literatura

Cortado en La Perla del Once

La Perla del Once  Av. Rivadavia 2800, esq. Jujuy

La Perla del Once

Avenida Rivadavia 2800 , esq. Jujuy Hoy inicio la serie de Bares. Y tengo que definir por cuál empezar. Dudo entre elegir uno bien típico, o alguno que sea insignificante pero querido para mí. Y al final empiezo por La Perla. Porque es parte de la historia del Rock nacional, y como me gusta cantar además de escribir, de este modo aúno dos pasiones. Además el día ayuda, porque llueve, entonces eso de ir al lugar donde nació La Balsa se me presenta como un guiño cómplice. Es curioso pero nunca había entrado a La Perla, aunque siempre circulé por esa zona. Fui testigo de su remodelación, pero siempre mirando el bar desde afuera. No es un café que destaque por su intimidad ni por su estilo. Sin embargo, me paro ante la puerta, veo las placas: Sitio cultural. Cuna del rock. Una cita de Flores robadas de los jardines de Quilmes. Y algo empieza a latir. Adentro: fotos de bandas, la imagen de  Tanguito, un LP de Litto Nebbia autografiado. Ya me conquistó

Oráculo Porteño

Tengo  una amiga que no para de abrir galletas de la suerte. Después se la tira contra los chinos porque le salen frases incomprensibles y una serie de números abajo que no sabe si tiene que jugarlos a la quiniela o si esconden una cifra secreta y única que resume su destino. En cambio yo apuesto a lo nacional y leo mi suerte en los sobres de azúcar de los bares. ¡Ah…eso sí que es poesía pura!  ¿Ustedes leyeron esos sobrecitos? Quién no. Si están ahí al alcance de la mano. Quien no jugó alguna vez a cerrar los ojos, tantear y sacar uno, pensando que esa frase le daría un mensaje apropiado para ese momento. Un pronóstico también. Como si fuese una pitonisa urbana que te canta la justa. Ahora, la cosa se fue deteriorando un poco. Porque antes las frases eran más elaboradas, pedorras, es cierto, pero elaboradas. A mí me gustaban las de café El Continente. Tenía frases como: “la posición que se adopta para trepar, es la misma que para reptar” Y entonces vos l

Qué Maestro

-           ¿Y vos crees que es fácil entrenarse para esto? Pensá. Pensá todo lo que tuve que desarticular. Pensá por ejemplo en los reflejos condicionados. -     ¿El perro de Pavlov? -      Ponele. O sin ir tan lejos, sin ir a los rusos. Vos mismo por ejemplo. ¿Qué haces cuando vas por la calle y escuchas que te llaman? Y no digo siquiera que escuches tu nombre. Si escuchás un chistido, ¿qué hacés? -     Yo me doy vuelta. -     Ahí tenés, ¿ ves? Te das vuelta. Te fijás quién chista, o quién te llama. Y te pongo otra. Si por ejemplo ves que a lo lejos una tipa levanta los brazos, o balancea la mano en alto ¿vos qué haces? O te hace un gesto para que te acerques, ¿qué haces? -     Y yo voy, o a lo sumo le pregunto qué necesita. -    ¿Ves? Esas cosas vienen con uno.   Otra: ¿vos pensaste lo que cuesta mantener la mirada perdida? ¿Pasar por un lugar atestado de gente y no mirar a nadie? -     Casi imposible. -     Exacto. No establecer contacto visual. Eso es definitorio. -